Los microondas han sido objeto de debate desde su invención. Algunas personas creen que calentar alimentos en ellos puede destruir nutrientes o hacer que los platos sean menos saludables. Pero, ¿qué dice realmente la ciencia?
Mito 1: «Los microondas eliminan los nutrientes de los alimentos»
Realidad:
Todos los métodos de cocción pueden provocar alguna pérdida de nutrientes. Sin embargo, el microondas es uno de los métodos que mejor conserva las propiedades nutricionales, ya que calienta los alimentos rápidamente y con menos agua, evitando la degradación de vitaminas solubles.
Ejemplo: Estudios muestran que el brócoli pierde más vitamina C al hervirse que cuando se cocina en microondas con poca agua.
Mito 2: «Los microondas generan sustancias tóxicas en los alimentos»
Realidad:
El microondas calienta los alimentos por medio de radiación electromagnética de baja energía, que no es ionizante (es decir, no altera la estructura molecular de los compuestos orgánicos como sí lo harían los rayos X o gamma).
Excepción: Si se calienta comida en recipientes plásticos inadecuados, algunos pueden liberar compuestos como ftalatos o bisfenol A (BPA), lo que sí podría representar un riesgo.
Mito 3: «El microondas cocina de manera desigual y deja zonas frías que pueden ser peligrosas»
Realidad:
Los microondas calientan agitando las moléculas de agua en los alimentos, lo que puede generar zonas más calientes y otras más frías si la comida no se revuelve o si el recipiente no distribuye bien el calor. Por eso, es recomendable mezclar los alimentos y dejarlos reposar unos segundos antes de consumirlos.
Conclusión
El microondas no daña los alimentos ni genera sustancias nocivas, sino que es una forma eficiente de cocción. Para asegurarse de que los alimentos se calientan de manera uniforme y segura, es ideal usar recipientes adecuados y mezclar bien la comida antes de ingerirla.
Fuente
- El Imparcial
- Hammer Nutrition Europe
- National Geographic