El cambio energético que se produce en toda reacción química se expresa en la mayoría de los casos en forma de calor, pero en algunas ocasiones se manifiesta en forma de energía eléctrica. A continuación exploraremos estas manifestaciones y su relación con el cambio químico.
La electroquímica es la parte de la química que se encarga del estudio de la conversión de energía eléctrica en energía química y también de los factores que la afectan.
Corriente eléctrica
La corriente eléctrica es la energía transportada a través de la materia mediante la conducción de cargas eléctricas. La unidad de intensidad de corriente es el Amperio (A) que corresponde al flujo de electrones que transportan una carga de 1 Culombio (también llamado Coulomb), que pasa en el tiempo de un segundo en un punto determinado del conductor.
La carga depende directamente del número de electrones, uno de ellos tiene 1,6×10-19 Coulomb, mientras más electrones se desplacen, mayor es la carga.
Los electrones, los protagonistas
Los transportadores de la energía eléctrica son los electrones. En el caso de tratarse de un elemento metálico, se involucran los que tienen energía más elevada, correspondiente a los niveles más externos, movilizándose a través de los átomos del elemento conductor.
En el caso de una solución, los transportadores son los iones generados por el soluto electrolítico, cationes y aniones que se mueven libremente a través del solvente.
Conducción Electrolítica
Los iones positivos y negativos (cationes y aniones) se mueven a través de la solución, se acercan a los electrodos y toman o ceden electrones.
La conducción de la electricidad sería muy elevada de no existir lo que se denomina resistencia, que consiste en una oposición al paso de la corriente, y que en muchos casos se relaciona con la formación de los iones que, interactuando con los electrones, produce una disminución de la conductividad. Un aumento en la temperatura afecta notoriamente la conducción electrolítica (en solución), debido a la mayor movilización de los iones por el aumento de su contenido energético.
REFERENCIAS
Rodríguez, María del Pilar. (2006). Química 1. (Segunda edición., pág. 136). Fundación Editorial Salesiana.