La combustión del tiocianato de mercurio ocasiona la descomposición del mismo, en otras sustancias que nos permiten apreciar una sorprendente pero aterradora «criatura» similar a una serpiente.
Una de las sustancias producto de dicha descomposición es el sulfuro de carbono (CS2), el cual es un líquido sumamente inflamable, que además puede liberar ácido sulfúrico en contacto con la humedad de la atmósfera. También se forma dióxido de carbono.
De igual manera, el azufre que se encuentra combinado con el carbono, se une al oxígeno para originar el dióxido de azufre, un gas tóxico e irritable.
Otro producto de la descomposición del tiocianato de mercurio, es el tetranitruro de carbono.