La adrenalina es una hormona con efectos sobre distintos órganos y partes del organismo (corazón, pulmones, metabolismo, ojos, riñones, sistema nervioso central.
Químicamente, es una catecolamina, una monoamina producida sólo por las glándulas suprarrenales a partir de los aminoácidos fenilalanina y tirosina.
La adrenalina también suele llamarse epinefrina. El término adrenalina se deriva de las raíces latinas ad- y renes que literalmente significa «junto al riñón», en referencia a la ubicación anatómica de la glándula suprarrenal en el riñón. Las raíces griegas epi y nephros tienen un significado similar, «sobre el riñón», y dan origen a epinefrina.
¿Qué efectos tiene la adrenalina?
La adrenalina una vez liberada en la sangre ejerce su acción sobre distintos órganos:
- Estimula la frecuencia y la fuerza contráctil del músculo cardíaco, así la respuesta inmediata que notamos tras la acción de la adrenalina es la taquicardia. Sobre los vasos sanguíneos produce una vasoconstricción (piel, mucosas y riñón).
- La adrenalina tiene un efecto broncodilatador (favorece la entrada de aire a los pulmones) al relajar la musculatura lisa bronquial y reduce las secreciones bronquiales.
- Sobre el metabolismo provoca un aumento de la glucemia y del metabolismo basal.
- Sobre los ojos se produce una dilatación de la pupila (midriasis).
- Sobre el riñón y las vías urinarias contrae los esfínteres por lo que puede provocar una retención urinaria.
- En el sistema nervioso central se producen unos síntomas indirectos debido sobre todo a los efectos cardiovasculares (cefalea, nerviosismo, temblor), ya que la adrenalina no tiene efecto directo sobre el cerebro.
- Determinadas enfermedades cursan con niveles altos o bajos de adrenalina, lo que puede provocar ciertos síntomas relacionados con el exceso o déficit de esta hormona.
La adrenalina y el estrés
Es bien conocida la relación entre la adrenalina y el estrés. Ante una situación amenazante se produce una respuesta del organismo encaminada a prepararle para la reacción de huida, lucha, miedo, etc. Así cualquier estímulo físico o psicológico provoca una liberación de hormonas, entre ellas la adrenalina que provoca una respuesta fisiológica para sobrevivir (aumento del flujo sanguíneo al corazón, de la frecuencia cardíaca, mayor capacidad respiratoria, liberación de glucosa para aumento de energía, etc.). Es decir, nos prepara para reaccionar de forma rápida y eficaz cuando es necesario. Aunque en estas situaciones comentadas la adrenalina es imprescindible, la liberación continuada de adrenalina no es beneficiosa. En la medida de lo posible, es recomendable controlar las situaciones mantenidas de estrés de la vida diaria, realizar un sueño reparador y suficiente, comer de forma ordenada y saludable, y practicar ejercicio físico.
Beneficios de la adrenalina
Diversos estudios médicos han mostrado que la acción de la adrenalina liberada en situaciones placenteras, con leve estrés y con la práctica de ejercicio resultan muy beneficiosas a nivel cerebral.
La adrenalina influye en la forma en la que el cerebro almacena los recuerdos. Además, una dosis moderada de adrenalina puede ayudar a evitar la depresión y la tristeza.
Otras investigaciones han evidenciado que cuando se realiza ejercicio físico, la liberación de adrenalina moviliza a un grupo de células (células natural killer) que se comportan como antitumorales, ya que actúan eliminando las células tumorales.
Química de la adrenalina
La adrenalina puede sintetizarse mediante la reacción de catecol con cloruro de cloroacetilo, seguido por la adición de metilamina para obtener la cetona, que se reduce al compuesto deseado. La mezcla racémica puede separarse usando ácido tartárico. La adrenalina natural es el esteroisómero (R)-(-)-L-adrenalina.
Fuente: salud.mapfre.es /Dra. Eva Ormaechea