El mundo de la ciencia está lleno de anécdotas muy curiosas que ilustran la travesía de los más grandes científicos que ha tenido nuestra historia.
A continuación reseñamos los detalles más pintorescos sobre la vida algunos de los investigadores más destacados del mundo.
1. Niels Bohr
Se dice que, el físico y Premio Nobel, Niels Bohr era un gran entusiasta de las películas del oeste. Frecuentemente interrumpía su trabajo en la biblioteca para acudir a visionar un film de vaqueros. Solía hacerlo acompañado por un par de estudiantes, con los que hablaba de las complicadas tramas que se encontraban en dichas películas.
Bohr había desarrollado una teoría en la que explicaba el “porqué a pesar de que el villano siempre desenfunda primero, el héroe es más rápido y consigue matarle”. Y ello consiguió demostrarlo en una de sus clases en la que simularon los típicos duelos del viejo oeste y, con dos revólveres de juguete y sus correspondientes cartucheras, él interpretó el papel de héroe, siendo mucho más rápido en desenfundar y disparar que todos sus alumnos.
2. Albert Einstein
Nunca nadie podrá saber cuáles fueron las últimas palabras de este genio. Él, sabiendo que la enfermera que lo atendía no comprendía el alemán, las pronunció en esta lengua.
3. Henry Cavendish
Entre los diversos temas que él se dedicó a investigar estaba la electricidad. Sin embargo, como Cavendish no contaba con instrumentos para medirla, tuvo que hacerlo a través de su propio cuerpo.
4. Isaac Newton
A pesar de que nos resulte simpática la escena del físico paseando por un jardín y que de pronto le caiga una manzana en la cabeza, en realidad la verdadera historia de la manzana de Newton tuvo lugar, como él mismo confesara, en la ventana de su casa, desde donde vio caer dicho fruto.
5. Nikola Tesla
Nikola Tesla tuvo una obsesión con el número 3. Se dice que a menudo caminaba alrededor de un mosaico, ladrillo o piedra unas 3 veces antes de entrar en un edificio y que requería de 18 (un número divisible por 3) servilletas para pulir sus cubiertos y vasos, los que utilizaba para comer y beber cada noche.
Cuando murió, lo hizo 3 días antes de su cumpleaños número 87, solo, en la habitación 3327 (otro número divisible por 3) de la planta 33 del hotel New Yorker, en el que vivió sus últimos años.
6. Louis Pasteur
Pasteur tenía una obsesión por la limpieza que le impedía incluso estrecharle la mano a un desconocido (por temor a la suciedad). Sin embargo, él terminó estudiando las bacterias y el proceso de pasteurización.
7. Marie Curie
La vida para una estudiante universitaria de origen humilde, como lo fue Marie Curie, fue muy difícil. Estudiaba en la Sorbona por las mañanas y en las tardes impartía clases.
El salario solo le permitía comidas a base de pan con mantequilla y té. Se dice incluso que llegó a pasar hambre con tal de poder terminar sus estudios. Su sacrificio se vio recompensado, pues acabó licenciándose de física y matemáticas.
8. Thomas Edison
Thomas Edison no inventó la primera bombilla. El canadiense Matthew Evans inventó la primera bombilla incandescente en 1874, cinco años antes de que vendieran la patente a Edison por 5000 dólares.
9. Georg Simon Ohm
Ohm fue el creador de la Ley de Ohm, vital en el estudio de la electricidad. Él creó esta ley con el propósito de trascender las barreras sociales y convertirse en catedrático de alguna universidad, ya que él era solo un profesor de escuela. Sin embargo, no logró su cometido.
10. Henry Augustus Rowland
Rowland se dedicó a estudiar las propiedades magnéticas y la corriente eléctrica. Pero en su época él también era conocido por su falta de humildad. La tradición cuenta que cuando un abogado le preguntó a Rowland quién era el mejor física estadounidense vivo, éste le contestó “soy yo”. Cuando un tiempo después se le preguntó sobre su falta de humildad en esa respuesta, él contestó: “no pude evitarlo, estaba bajo juramento”.