En un estudio de la Universidad de Cornwall en el Reino Unido, se descubrió que las coles de Bruselas tienen un químico que es similar al feniltiocarbamida.
La feniltiocarbamida es un compuesto orgánico que puede percibirse con un gusto muy amargo o sin sabor, dependiendo del genoma del degustador. La habilidad de sentir dicho sabor depende de la presencia de estirpes de dominancia genética.
En dicho estudio se concluyó que aproximadamente el 50% de la población mundial tiene esta variante.
Fuente: Divulgacientifico
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