En esta entrega de laboratorio en casa, realizaremos jabones artesanales mediante dos métodos, el primero utilizando sosa cáustica (hidróxido de sodio) y el otro método un poco más sencillo, utilizando glicerina. Recuerda, por tu seguridad, es recomendable estar en compañía de algún adulto responsable que te ayude a realizar esta experiencia.
Jabones de sosa cáustica
Materiales
700 ml de agua tibia
265 gr de sosa cáustica (hidróxido de sodio)
2 litros de aceite de oliva virgen extra
Recipiente de plástico resistente o de madera
Cuchara de madera
Moldes para el jabón (preferiblemente de silicona)
Papel film transparente
Termómetro
Bandeja de rejilla
Alguna esencia o sustancia que le quieras añadir al jabón
Precauciones
No utilices utensilios de aluminio, elige mejor los de madera o plástico resistente.
Realiza los jabones en un lugar ventilado
Utiliza gigantes y gafas (lentes). Si tienes una bata de laboratorio también puedes utilizarlo.
Utiliza mascarilla
Procedimiento
Toma un recipiente de plástico resistente o de madera y coloca en él el agua tibia, y poco a poco ve agregando la sosa cáustica. Inmediatamente agita con una cuchara de madera.
La temperatura del agua irá en aumento y posiblemente llegue a los 90 ºC, por lo que es necesario tener mucho cuidado mientras realizamos este paso.
La agitación debe ser constante ya que es necesario que la sosa cáustica este bien diluida en el agua.
Se deja reposar por aproximadamente 30 minutos para que baje la temperatura.
Cuando el agua este a temperatura ambiente, añadirás poco a poco y en pequeñas cantidades, el aceite, sin dejar de agitar la mezcla. Observarás como la mezcla se torna densa y más espesa.
Continúa agitando hasta obtener una consistencia de natilla.
Luego puedes agregar al jabón alguna esencia, aceite mineral, aloe vera, manzanilla, avena, entre otros.
Con sumo cuidado coloca la mezcla en los moldes, preferiblemente de silicona ya que a la hora de desmoldarlos será más fácil. Luego cúbrelos y envuélvelos bien con papel transparente o papel film y déjalos en un lugar seco por 48 horas aproximadamente o hasta que veas que estén endurecidos y se puedan desmoldar y cortar.
Finalmente, realizaremos el paso más importante, el curado del jabón. Este proceso es necesario para que finalice el proceso de saponificacióny así la sosa sea totalmente inofensiva para el uso humano. Para ello deberás colocar los jabones ya cortados en una bandeja de rejilla y sobre un papel, en un lugar fresco donde no haya luz directa. Cada dos días voltea los jabones para que se vayan secando de forma homogénea. Una vez que los jabones pasen 4 semanas en el proceso de curado, estos estarán aptos para su uso.
Otro tipo de jabones que puedes realizar son los de glicerina, estos son ideales si no puedes conseguir la sosa cáustica.
Jabones de glicerina
Materiales
Pastilla de glicerina o glicerina líquida.
Recipiente de plástico o madera
Moldes de silicona
Utensilio para agitar
Aceite esencial (opcional).
Colorante (opcional).
Preparación
Derrite la glicerina en dado caso de que esta sea en pastilla. Para ello, puedes utilizar el microondas o en baño de maría. En dado caso de que estés usando glicerina liquida, solo debes calentar agua sin que llegue a hervir, y añade poco a poco la glicerina para que vaya espesando.
En el empaque de glicerina, el fabricante coloca la cantidad necesaria a utilizar por cada litro de agua.
Es importante remover bien la mezcla para evitar que se formen burbujas.
Si deseas puedes teñir los jabones con algún colorante o agregar algún aceite esencial, en ambos casos debes agitar bien la mezcla para que los ingredientes se acoplen bien.
Agrega la mezcla en los moldes de silicona.
Deja reposar la mezcla para que se enfríe y solidifique naturalmente. Luego de varias horas que observes que los jabones estén bien secos, es hora de desmoldarlos y ya estarán listos para ser utilizados.
Química de los jabones
Los jabones se obtienen gracias a un proceso químico llamado saponificación. La saponificación consiste en una reacción química entre aceites o grasas en un medio alcalino (hidróxido de sodio, por ejemplo) y agua, para dar como resultado jabón y glicerina.
La reacción radica en la hidrólisis en medio básico de las grasas o lípidos, que se descomponen en sales de potasio o sodio (jabones) y glicerina, como se observa a continuación: