Es fundamentalmente conocido por su uso en la demostración de la descomposición térmica de una sustancia, ya que al ser calentada o encendida se caracteriza por presentar una intensa llama.
Actualmente esta experiencia se realiza cada vez menos debido a la toxicidad de uno de los productos: el óxido de cromo III.
La joyería no es solo estética: es química aplicada. Cada metal que brilla en un…
La miel no es solo un edulcorante natural: es el resultado de una compleja sinfonía…
Cuando cocinamos, la cocina se convierte en un laboratorio. Y uno de los experimentos más…
La antimateria parece sacada de una novela de ciencia ficción, pero es tan real como…
La química en civilizaciones antiguas es como una historia de alquimia inadvertida: aunque no conocían…
El perfume no es solo una fragancia; es una experiencia sensorial que puede transportarnos a…