La reacción produce una disolución incolora de hidróxido de sodio e hidrógeno gaseoso. El sodio metálico cuando entra en contacto con el agua, se calienta, empieza a arder y quemarse generando una reacción exotérmica, que se puede evidenciar gracias al desprendimiento de una llama de color naranja.
El hidrógeno gaseoso es liberado durante el proceso de ignición; y al ser altamente inflamable reacciona violentamente con el aire, oxígeno, halógenos y oxidantes fuertes provocando riesgo de incendio y explosión.
La joyería no es solo estética: es química aplicada. Cada metal que brilla en un…
La miel no es solo un edulcorante natural: es el resultado de una compleja sinfonía…
Cuando cocinamos, la cocina se convierte en un laboratorio. Y uno de los experimentos más…
La antimateria parece sacada de una novela de ciencia ficción, pero es tan real como…
La química en civilizaciones antiguas es como una historia de alquimia inadvertida: aunque no conocían…
El perfume no es solo una fragancia; es una experiencia sensorial que puede transportarnos a…