La solubilidad es un término que expresa la cantidad de soluto que un solvente puede disolver, y es considerada una propiedad característica que presenta cada uno de los materiales conocidos.

 

La solubilidad viene dada por la relación en gramos de soluto por 100 cm3 de solvente a una temperatura dada; es decir, la solubilidad varía con la temperatura.

La solubilidad se relaciona con la disolución, el cual es el proceso realizado por el movimiento de partículas del soluto entre las del solvente, hasta que no se puedan diferenciar.

La solubilidad depende de dos factores: la polaridad y la temperatura.

Polaridad. La solubilidad de una sustancia en otra dependerá de la similitud en cuanto la polaridad de las dos sustancias. En la medida en que las interacciones entre el soluto y el solvente son mayores, la solubilidad aumenta, favoreciendo el proceso de disolución; esto se logra si existe analogía desde el punto de vista eléctrico entre los materiales.

Una estructura química molecular resulta polar si los elementos que lo componen presentan diferencias en las fuerzas de atracción ejercida sobre los electrones. Entonces una molécula es polar es aquella que presenta una alteración, una distribución electrónica desigual a lo largo de la estructura, por su parte, una molécula no polar es la que presenta una distribución uniforme de las cargas electrónicas.

Un solvente polar disuelve a un soluto polar, y un disolvente no polar disuelve a un soluto no polar.

Por ejemplo, la molécula de agua que presenta una estructura bastante polar; ya que la presencia del átomo de oxígeno que presenta un gran poder de atracción hacia los electrones, originando una “neblina” negativa sobre él, y otra de carácter positivo sobre el hidrógeno. Esta polaridad característica es lo que permite disolver numerosos compuestos, todos polares, como las sales; pero la imposibilita para disolver materiales no polares como el aceite.

Temperatura. La variación de la solubilidad con la temperatura se relaciona con el calor o la energía absorbida o desprendida en el proceso de disolución.

En la mayoría de los casos se produce un aumento de la solubilidad con el aumento de la temperatura. Sin embargo, en los gases el comportamiento es diferente; la solubilidad disminuye en la medida que la temperatura aumenta.

La mejor manera de representar la relación entre la solubilidad y la temperatura es mediante una gráfica en la que se muestren las temperaturas en el eje de las abscisas y las solubilidades en el eje de las ordenadas.

Observando el gráfico vemos que a medida que aumenta la temperatura, aumenta la solubilidad de los tres solutos
Mariz

Share
Published by
Mariz

Recent Posts

Metales usados en joyería: ciencia, belleza y aleaciones

La joyería no es solo estética: es química aplicada. Cada metal que brilla en un…

12 horas ago

La química de las abejas: cómo transforman néctar en miel

La miel no es solo un edulcorante natural: es el resultado de una compleja sinfonía…

2 semanas ago

¿Por qué el agua hirviendo ablanda a la papa pero endurece al huevo?

Cuando cocinamos, la cocina se convierte en un laboratorio. Y uno de los experimentos más…

3 semanas ago

Antimateria y Positrones: El lado espejo del universo y su impacto en la medicina

La antimateria parece sacada de una novela de ciencia ficción, pero es tan real como…

4 semanas ago

Química en civilizaciones antiguas: El arte oculto de los egipcios, chinos y aztecas

La química en civilizaciones antiguas es como una historia de alquimia inadvertida: aunque no conocían…

1 mes ago

La química del perfume: emociones en una molécula

El perfume no es solo una fragancia; es una experiencia sensorial que puede transportarnos a…

1 mes ago