Lo que sucede es que los nombres de los elementos químicos son una abreviación proveniente de sus nombres en latín, y la J no existía en latín; ya que la J es una transformación que sufrió la I. Eso explica el hecho de que la j también tenga un punto hacia arriba.
Inicialmente se le conoció como i holandesa, aunque en otros lugares se le conoce como “i” larga. El nombre actual (“jota“) puede haber sido tomado de la “iota” griega aunque coincide con el nombre del baile español.
Por eso no es de extrañar que no la letra J no se encuentre en la Tabla Periódica, igual que también la letra Ñ, por razones similares. Por su parte, la letra Q, es evidente, que no es una letra muy utilizada en el alfabeto por lo que llegar a nombrar un compuesto químico con esta letra sería bastante difícil.
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