Las langostas tienen la sangre incolora pero al entrar en contacto con el oxígeno del aire se torna de color azul.
Esto es debido a la presencia de hemocianina en su sangre, una sustancia que a diferencia de la hemoglobina que posee hierro, esta contiene cobre. El cobre al oxidarse se torna de color azul.
Dicha proteína está presente en la sangre de algunos crustáceos, arácnidos y moluscos, y es la encargada del transporte del oxígeno, aunque de cierta forma es más deficiente que en el caso de la hemoglobina, por lo que las langostas, moluscos y crustáceos han evolucionado de manera tal que perfeccionaron mecanismos como la respiración cutánea y sistemas traqueales.
El miércoles 8 de octubre de 2025, la Real Academia Sueca de Ciencias anunció a…
Los clavos de olor (Syzygium aromaticum) son los botones florales secos de un árbol tropical…
En el mundo de la química, pocas soluciones despiertan tanto respeto como la mezcla piraña.…
La joyería no es solo estética: es química aplicada. Cada metal que brilla en un…
La miel no es solo un edulcorante natural: es el resultado de una compleja sinfonía…
Cuando cocinamos, la cocina se convierte en un laboratorio. Y uno de los experimentos más…