Según un estudio arqueológico sobre las armas que usó el ejército de la dinastía Qin, datadas hacia los años 210 a. C., se descubrió que estaban recubiertas de cromo.
Lo curioso, sin embargo, es que si añadimos hierro al cromo, entonces formaremos una aleación resistente a la corrosión llamada acero inoxidable. Es decir, que el acero inoxidable es la fusión entre el metal más abundante del universo y el más duro.
El origen etimológico del cromo proviene del latín chroma, color. Fue descubierto en el año 1797 por parte del farmacéutico y químico naturalista francés Louis Nicolas Vauquelin.
En sus inicios se empleó principalmente en pinturas e instrumentos de escultura y otras aplicaciones hasta que, a finales del siglo XIX, se utilizó como aditivo en aceros.
FUENTE: xatakaciencia.com
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