Estas características permitieron considerarla como una sustancia doping en atletas y estaba prohibido en competiciones hasta el 11 de enero del año 2004, justo antes de las Olimpiadas de Atenas (Grecia), donde la Agencia Internacional Anti-Doping (WADA) la eliminó de su listado de sustancias prohibidas.
Hoy en día es legal que los atletas la consuman día a día o como método para mejorar su rendimiento en las competiciones.
Puede sonar un poco exagerado, ¿no lo creen? ¿será posible que la cafeína te pueda ayudar al rendimiento deportivo o mejor aún, ayudarte a ser un campeón olímpico? Pues es posible según un estudio realizado por la Universidad de Coventry. El estudio fue desarrollado por Rob James y para él «una dosis de 70 micromoles de cafeína, el máximo que puede soportar un cuerpo humano sin sufrir daño, puede tener un efecto estimulante tal que puede marcar la diferencia entre convertirse o no en campeón olímpico. Si en las últimas olimpiadas, el octavo corredor hubiera mejorado un 1% su rendimiento, habría obtenido la medalla de oro».
Pero, como no todos los organismos reaccionan igual al efecto de ciertas sustancias, James señaló que «algunos humanos no responden a la cafeína y que beban mucho café no implica que tengan mejor rendimiento que si no consumen cafeína».
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